lunes, 10 de julio de 2017

Entre el cielo y el infierno

Tenemos demonios y ángeles en nuestra cabeza, todos.
Estamos entre el cielo y el infierno a cada momento del día pero no lo importante es que somos nosotros mismos y podemos decidir la parte que debe actuar en la mejor forma posible. 

El cuerpo es el templo entre el infierno y el cielo; te golpeará tan fuerte que no sabrás a dónde llegarás y te arrepentirás de tus acciones en algún punto de tu vida. 
Acepta quién eres en la forma en que viniste a este mundo decadente. Eres único con tus ángeles y demonios; las voces dentro de cabeza gritando y golpeando tu corteza cerebral a cada segundo del día no deberían controlarte en la forma en que lo están haciendo ahora; destrúyelos si te están haciendo daño pero si están de tu parte: Abrázalos; llévalos contigo a lo que no pueden imaginar y en lo que no tienen control ellos mismos. De esa forma siempre estarán de tu lado y no contra ti. 

Porque así es el mundo lleno demonios luchando contra ángeles pero en realidad es sólo personas, seres humanos peleando contra otros seres humanos y no hay nada de que asustarnos sino tener una mente abierta en todo momento oscuro o lleno de luz. 


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