domingo, 17 de enero de 2016

¿Eres un amigo fiel?

A lo largo de mi vida han llegado demasiadas personas. Entre ellas a algunas se le consideraron "amistades" pero tengo más de 10 años sin ver a ninguna de esas personas; aún cuando prometieron que nuestra amistad sería larga, fue una mentira. 

Seis años en la primaria, todos se fueron. Al igual que en tres años en secundaria, a ninguno he vuelto a ver, ni si quiera al que se hacía llamar mi mejor amigo. Finalicé la preparatoria hace casi un año, afortunadamente veo de vez en cuando a esas amistades que sólo pueden ser contadas con los dedos de la mano.

Por otra parte, estas aquellos amigos que están a millas de distancia, que jamás hemos visto en persona; ya sea a través de una foto, o una videollamada. Nos cuentan sus historias, problemas; y de algún modo cada una de las historias que son contadas tienen similitudes, todos estamos atravesando una batalla. Luchamos por nuestros sueños, compromisos que nos hemos hecho a nuestro ser. Nos apoyamos desde lejos, o de cerca. A veces considero más fiel a alguien que conozco a través de una pantalla que a una persona que conozco en persona; la amistad de lejos es tan peculiar. 

Cada uno de nosotros tiene una "reglamentación" para considerar a alguien "amigo", "mejor amigo", etc. El hecho de que la amistad no resulte lo que fue no significa que nuestra "reglamentación" no haya funcionado, sino que la amistad deseada se queda en deseo. 

Conocí a una persona en internet hace casi tres años, al principio creía que estaba "demente", pues la primera vez que hablamos fue por videollamada; me contó una historia, acerca de nuestra luna. La recuerdo más o menos así: "¿Ves la gran luna en el cielo?, tan brillante y majestuosa. Ella es tu gran amiga, pues te acompaña a todos lados, ilumina tu noche cuando crees que estás perdido; jamás estás solo. Cuando el sol sale, la luna sigue ahí, en tu compañía como tu fiel amiga. No necesitas a nadie más." 
Quizás a la historia le hice unos pequeños cambios, sin embargo es así como la recuerdo. 

Creemos no necesitar a un amigo, pero al fin y al cabo necesitamos un apoyo, nosotros mismos no significamos mucho ya que podemos autodestruirnos. Algunos no son capaces de manejar sus problemas así que deciden contarlas a aquellos con quienes establezcan una mejor confianza. 

Así que, ¿Eres un amigo fiel ? 





domingo, 3 de enero de 2016

Cartas: #1- Persona depresiva

No sé a quién escribo esto; existe la posibilidad que nadie lo lea puesto que la vida no vale la pena. 
Soy un triste, melancólico, infeliz.
La vida es demasiado difícil, y me trata demasiado mal. Estoy abatido por las adversidades de la vida, jamás me he animado a estar con la cabeza en alto puesto que estoy derrumbado. 
Soy la típica persona depresiva que no ve la alegría de la vida. Destruyo las flores, La vida en sí misma es una basura, no es color de rosa. 
En ocasiones me siento con tanta alegría, es momentáneo. Pues la mayor parte del día, estoy destrozado. 
Mi cara es de indiferencia, ya no disfruto el contacto con el ser humano. 
Mis intereses hacia las diferentes artes de la vida se han esfumado. 
Duermo como si jamás quisiera volver a despertar. 
Me apaciguo en el silencio, pues no hablo. 
Cierro los nudillos hasta formar el puño, los vuelvo abrir en señal de que todo vuelve a su curso; la depresión es excesiva. 
Ningún antidepresivo ha funcionado en mí, todos son una basura y un desperdicio de mi tiempo.
La gente dice que a veces soy una persona trastornada por la vida llena de cosas jodidas, pero no es así. Es la vida en sí misma que no toma un sentido en particular. 
No me imagino una vida llena de alegría, no existe. 
El placer por los pequeños lujos se ha esfumado, simplemente era una vil y ruin mentira creada por uno mismo. 
No existe dios ni diablo, no hay cielo ni mucho menos infierno. Yo soy mi propio dios y diablo; una lucha constante entre demonios y ángeles creados por mi imaginación. 
Escribo esto sin ninguna finalidad; será destruido con el pasar de los años, tal y como yo me iré en este momento...no hay vida después de la muerte, por eso mejor terminarla ahora.